Para quienes hemos tenido la oportunidad de leer las historietas de la pequeña Mafalda (de QUINO), resulta muy entretenido y reflexivo, situarse desde las posibles interrogantes del mundo infantil. Es posible además que muchos niños/as de nuestros países latinoamericanos no se parezcan en nada a Mafalda ... quizás muchos de ellos y ellas, no han tenido la posiblidad de recibir estímulos suficientes, adecuada alimentación, proteccción digna, educación de calidad y espacios de crecimiento personal (entre otros) basados en el respeto por los derechos humanos, que les permitan desarrollar la mirada transparente y aguda que tiene una niñita de tan solo 4 o 6 años de edad, como nuestra querida Mafalda.
Si tienes la oportunidad de conocer las historias de Mafalda .... podrás entender que el mundo de l@s niñ@s tiene una riqueza extraordinaria que hay que potenciar, promover y respetar, para que la historia no nos pase la cuenta.
Para que esta inocencia del niñ@ de hoy (como sujeto de derecho) no se transforme en rebeldía legítima del joven de mañana. A partir de la Convención Internacional de los Derechos del Niño, nuestros gobiernos tienen que hacerse cargo de la responsabilidad de garantizar a tod@s igualdad de derechos y respeto irrenunciable por estos.
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