sábado, 21 de septiembre de 2013

Te conozco - Silvio Rodríguez.

De niño te conoci, entre mis sueños queridos 
por eso cuando te vi reconoci mi destino, 
cuando pensaba que ya no iba hacer 
lo que soñara de pronto vino, tanto que yo te 
busque y tanto que no te hallaba, que al 
cabo me acostumbre andar contando de nada 
cuanto nos puede curar el amor cuando 
renace de tu mirada, te conozco te conozco, 
desde siempre desde lejos, te conozco 
te conozco como un sueño bueno y viejo 
es por eso que te toco y te conozco, te conozco 
El lago parece mar, el viento se viste de abrigo 
todo se vuelve a inventar si lo comparto contigo 
la unica prisa es la del corazon, la unica ofensa 
es tener testigos, te conozco, te conozco 
desde siempre desde lejos . 
Te conozco, te conozco como un sueño 
bueno y viejo es por eso que te toco y 
te conozco.

Dedicado con todo mi amor a Pedro Lopehandía

domingo, 25 de agosto de 2013

Quiero Paz - Eduardo Gati



Cuanto demora el hombre en entender 
cuanto demora en discernir 
esperaré hasta que salga el sol 
en triste y bella oscuridad 
tarda la flor para abrir 
tu pecho al fin, tu corazón 
no sé si mucho sé o poco al fin 
solo sé que te quiero a tí 
Quiero paz quiero una pausa 
quizás morir de amor en tu mirada 
sin pasado, sin temores 
y sin prejuicios que me nublen 
y en este barco de soledad 
navegan todos, a donde va 
atardecer, silencio, respiro hondo 
después de días trabajar 
me vi en tus ojos sin querer, 
caí profundo, amor quizás 
no sé si mucho sé, o poco al fin 
solo sé que te quiero a tí 
Muere el tiempo, se abre el silencio, 
contéstame, abrázame 
no sé si mucho sé, o poco al fin 
solo sé que te quiero a tí


sábado, 8 de junio de 2013

“Porque estas en mi memoria, Luis Conteras Oviedo, tu eres parte de la Historia”

La década de los ‘80 estuvo marcada por las jornadas de Protesta y Paros Nacionales y estas fueron la expresión más legítima de nuestro pueblo que sentía un profundo descontento causado por las injusticias y el dolor acumulados durante muchos años bajo la cruda represión de la Dictadura Militar. 

Los ‘ 80 era la época en que el Mundo Juvenil expresó sus rebeldías, sus sueños, esperanzas en los liceos, en el graffitis de la mesa de colegio, o en las paredes del baño, en las asambleas estudiantiles, en el barrio, en los grupos de esquina, en la música al ritmo del rock latino y del canto popular, en la peña folclórica,  en el panfleto y el rayado, en la lucha diaria callejera de marchas, ollas comunas, velatones y mitings relámpagos.

El  30 de Octubre de 1984, Arica se sumaba al Paro Nacional convocado por las más diversas organismos representativos de la sociedad civil de todo el país. Desde muy temprano en la mañana las calles de nuestra ciudad  quedaron desiertas, el comercio cerró sus puertas, los colegios y Liceos sin movimiento, la Universidad de Tarapacá estaba en Toma. Cercano al mediodía ya se podía percibir que en las avenidas principales de las poblaciones más populares los vecinos se agrupaban  en las esquinas a la espera de aplaudir alguna iniciativa audaz de protesta.

En el ambiente se respiraba un aire tenso, la gente estaba a la expectativa.....ansiosa. Luego aparecerían por aquí y por allá, algunos neumáticos para quemar, bolones y trozos de madera, bolsas con basuras y muebles viejos, y también aparecieron los rayados, se escucharon cacerolazos....el Paro Nacional ya era un éxito!!  Y  Arica estaba paralizado.

Avenida Tucapel se caracterizaba por su activa participación en las jornadas de protestas, y esta Rotonda era llamada por muchos: el Libano como simbolizando el heroísmo de los que aquí llegaban a hacerle frente a los guardianes de la Dictadura, sólo con la voz, el recurrente garabato bien chileno, un chiste de contragolpe o una piedra para defenderse de la fuerza desmedida de Carabineros quienes dotados de bombas lacrimógenas, metralletas, y palos, arrasaban con toda furia en contra de los pobladores.

El Lucho era un cabro de la pobla como muchos otros jóvenes de mi generación que decidió un día salir a la calle a ser parte de esta historia, de la historia de aquellos que queríamos un mundo digno, de verdad y justicia.

Luis Contreras Oviedo, el “Caco” como le decía con cariño su familia y sus amigos. Luis nació el 02 de Enero de 1967, de familia sencilla y modesta. En ese entonces el Luis tenía tan solo 17 años de edad, de tez morena y pelo crespo, estudiante del 2º  año medio del Liceo A-5 de la Nocturna durante el día trabajaba en una Panadería, devoto de la Virgen María integraba el Baile Religioso “Los Promeseros” donde bailaba la Diablada en la conocida Población Chile. Y aun que yo no lo sabía, el Lucho resultó ser un pariente lejano de mi familia.

El día anterior al Paro, el Luis había presagiado ese aire de muerte que merodeaba en el ambiente, y le dijo a su mamá, la Sra. Teresa que mejor no enviara a su hermano menor al Colegio,  y que el iría a buscar en la tarde el pan a su trabajo.

Aquí en este lugar donde estamos parados, en la famosa Rotonda Tucapel, ese día... desde muy temprano este lugar ya estaba sitiado por la fuerza policial con todo su aparatage represivo.

El día del Paro Nacional del 30 de Octubre de 1984 cerca de las 16:00 hrs Luis Contreras estaba en Avenida Tucapel. A escasos metros de llegar a la Rotonda. El Lucho con su alegría y sus sueños, al ritmo de los Pasos Gitanos de su Baile Religioso se puso a bailar como burlándose a su modo de los pacos y luego se protegía detrás de un Quiosco de Revistas cada vez que estos disparaban, y luego nuevamente reaparecía con esa misma alegría de joven travieso e ingenuo.

Mi padre estaba a aprox. a unos  15 o 20 metros de  distancia del Luis, y le asombró su coraje y su destreza artística. Son esos momentos en que la emoción te embarga, en que sientes admiración por la audacia de los que te rodean y no calibras el riesgo....porque pierdes hasta el miedo y entonces sientes que ya no hay nada más que perder....es una solidaridad colectiva.

Esto la Policía lo sabía, sabía que el Lucho había perdido el miedo y les corroía la rabia porque aquel joven seguía bailando como anunciando que la muchedumbre podía levantarse porque ya no les tenía miedo,......Entonces un Oficial de Carabineros, frente a la mirada de todos, tomo posición de tiro, se arrodilló como lo hacen los francotiradores para buscar su objetivo, y certeramente le disparó a la cabeza, en la frente, impactando brutalmente a Luis Contreras Oviedo quien cayo al lado del Quiosco.... y después huyeron cobardemente ante la reacción de los presentes.

Mi padre se acercó para socorrerlo, un joven estudiante de tecnología médica dio los primeros auxilios. Un vecino trajo su camioneta Subaru para trasladarlo al  Hospital. Los signos vitales de Luis Contreras se iban extinguiendo poco a poco.

Pronto a lo largo de la Avenida Tucapel, ya era noticia que un joven había sido víctima de la demencia policial, apoderándose de todos nosotros un sentimiento inexplicable, una mezcla de rabia, de impotencia y de profundo pesar nos cortaba el aire: Un joven de nombre Luis Contreras Oviedo había muerto.

Esa tarde,  cientos quizás miles  de jóvenes, mujeres, pobladores se apoderaron de las calles hasta altas horas de la noche.

Aun está vigente en nuestra memoria que los Funerales del 01 de Noviembre que partieron de la Parroquia del Carmen en Avenida Tucapel hasta el Cementerio Municipal fue el homenaje más multitudinario jamás visto en Arica, miles de personas: niños, jóvenes adultos y ancianos se volcaron a las calles acompañando el féretro de Luis Contreras para repudiar la primera víctima fatal causado por la Dictadura en el Paro Nacional del 30 de Octubre, para detener la represión fascista, para elevar nuestras voces por Verdad y Justicia, para que nunca más en Chile te olvidemos Luis Contreras....Para que nunca más en Chile... para que nunca más....

Hoy, se levantarán nuevas voces de vida, nuevos cantos de esperanza, y haremos muchos bailes y danzas que llevaran tu rostro Luis Contreras Oviedo porque estas entre nosotros, porque sigues vivo en nuestras memorias. Porque tu eres parte de esta historia.

Arica, 21/10/2001  12:56 hrs.

                                  SILVANA DURAN CIÑA

viernes, 7 de junio de 2013

Para que tu me oigas