viernes, 26 de febrero de 2010

Nueva tesis feminista (Gioconda Belli)

¿Cómo decirte
hombre
que no te necesito?
No puedo cantar a la liberación femenina
si no te canto
y te invito a descubrir liberaciones conmigo.

No me gusta la gente que se engaña
diciendo que el amor no es necesario
-'témeles, yo le tiemblo'
Hay tanto nuevo que aprender,
hermosos cavernícolas que rescatar,
nuevas maneras de amar que aun no hemos inventado.
A nombre propio declaro
que me gusta saberme mujer
frente a un hombre que se sabe hombre,
que sé de ciencia cierta
que el amor
es mejor que las multi-vitaminas,
que la pareja humana
es el principio inevitable de la vida,
que por eso no quiero jamás liberarme del hombre;
lo amo
con todas sus debilidades
y me gusta compartir con su terquedad
todo este ancho mundo
donde ambos nos somos imprescindibles.
No quiero que me acusen de mujer tradicional
pero pueden acusarme
tantas como cuantas veces quieran
de mujer.

La poeta y novelista, Gioconda Belli nació en Managua. Participó, desde el año 1970 en la lucha contra la dictadura de Anastasio Somoza,como miembro del Frente Sandinista. Vivió exiliada en Mexico y Costa Rica. Ocupó varios cargos partidarios y gubernamentales en la Revolución Sandinista en los 80. Es madre de cuatro hijos y desde hace algunos años divide su tiempo entre California y Managua.

Su primer libro “Sobre la Grama” (1972), ganó el premio de poesía de la Universidad Nacional de Nicaragua. En 1978, obtuvo el Premio Casa de las Américas (Cuba) por su libro “Línea de Fuego¨. Entre 1982 y 1987, publicó tres libros de poesía: “Truenos y Arco Iris”, “Amor Insurrecto” y “De la costilla de Eva”. En 1988, publicó su primera novela “La Mujer Habitada” que obtuvo el Premio de la Fundación de Libreros, Bibliotecarios y Editores Alemanes y el Premio Anna Seghers de la Academia de Artes de Alemania, en 1989.En 1990, publicó la segunda novela, “Sofía de los Presagios” y posteriormente el cuento para niños: “El Taller de las Mariposas” con el que ganó en 1992 el Premio Luchs del Semanario Die ZEIT. En 1996 publicó la novela “Waslala” y en 1998 otro libro de poemas: “Apogeo”. En 2001 apareció “El País bajo mi piel”, una memoria de sus años en el sandinismo, destacado como uno de los mejores libros del año por el Diario Los Angeles Times. En 2002 ganó el Premio Internacional de Poesía Generación del 27 por su poemario, “Mi íntima multitud”.En 2005, publicó “El Pergamino de la Seducción” (2005) su cuarta novela y en Ocubre de 2006, ganó el Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla por su poemario “Fuego Soy Apartado y Espada Puesta Lejos”. También en 2005 se publicó en Alemania un nuevo cuento de niños para adultos: “El abrazo de la enredadera”. En 2008, su novel “El Infinito en la Palma de la Mano” ganó el Premio Biblioteca Breve de Seix Barral en España.

Sus novelas y poemas se han traducido a más de catorce idiomas. Es miembro del Pen Club Internacional y miembro correspondiente de la Academia Nicaragüense de la Lengua. Escribe para diversos periódicos nacionales e internacionales y tiene un blog en el periódico nicaragüense El Nuevo Diario y en el diario The Guardian de Londres.

Gioconda es madre de cuatro hijos: Maryam, Melissa, Camilo y Adriana. Está casada con Charles Castaldi, productor de cine, y divide su tiempo entre Los Angeles y Managua.

Mujeres … siempre las mujeres … santas , locas , benditas , malditas …mujeres …. (Eduardo Galeano)







martes, 23 de febrero de 2010

¿¿CÓMO MIERDA SOBREVIVIMOS EN NUESTRA INFANCIA??


A continuación quiero compartir con ustedes un mail masivo que circula por internet y que nos hace reflexionar acerca de nuestra capacidad resiliente del pasado... e irónicamente también cuestiona el presente y aun más el futuro que estamos construyendo (al puro estilo de los chistes reflexivos que vemos con ciertos humoristas en la TV, que retratan nuestra cultura chilensis).

¿¿CÓMO MIERDA SOBREVIVIMOS EN NUESTRA INFANCIA??

Si viviste de niño en los '60,
los '7
0, fines de los '80 o principio de los 90'...

¿Cómo hiciste para sobrevivir?


1.- De niños andábamos en autos que no tenían cinturones de seguridad, ni bolsas de aire...
2.- Ir en la parte de atrás de una camioneta era un paseo especial y todavía lo recordamos.

3.- Nuestras cunas estaban pintadas con brillantes colores de pintura a base de plomo.

4.- No teníamos tapas con seguro contra niños en las botellas de remedios, muebles o puertas.
5.- Cuando andábamos en bicicleta no usábamos casco.
6.- Tomábamos agua de la manguera y no de una botella de agua mineral...

7.- Gastábamos horas y horas construyendo unos carritos de chatarra y los que tenían la suerte de tener calles inclinadas los largaban ladera abajo y en la mitad se acordaban que no tenían frenos. Después de varias sacás de chucha contra los árboles o cordones, aprendimos a resolver el problema.
8.- Salíamos a jugar con la única condición de regresar antes de que oscureciera.
9.- El colegio duraba hasta el mediodía , nada de jornada completa, llegábamos a la casa a almorzar . No teníamos celular... Así que nadie podía ubicarnos.
Impensable .

10.- Nos cortábamos, nos rompíamos un hueso, perdíamos un diente, nos pelábamos las rodillas, pero nunca hubo una demanda por estos accidentes. Nadie tenía la culpa sino nosotros mismos.
11.- Comíamos jugo en polvo, pan con manteca, tomábamos bebidas con azúcar y nunca teníamos exceso de peso porque siempre estábamos afuera jugando...

12.- Compartíamos una bebida entre cuatro... tomando en la misma botella y nadie se moría por eso.
13.- No teníamos Playstations, Nintendo 64, X box, Juegos de vídeo, 99 canales de televisión en cable, videograbadoras, sonido surround, celulares personales, computadoras, chatrooms en Internet... Sino que...

TENÍAMOS AMIGOS.

14.- Salíamos , nos subíamos en la bicicleta o caminábamos hasta la casa de un amigo, tocábamos el timbre o sencillamente entrábamos sin tocar y allí estaba y salíamos a jugar.

15.- ¡Ahí, afuera!, ¡En el mundo cruel ¡Sin un guardián! ¿Cómo hacíamos?. Hacíamos juegos con la hueá que encontrábamos; piedras, palitos o pelotas de tenis, de repente algún equipo se formaba para jugar un partido; no todos llegaban a ser elegidos y nadie terminaba en el psicólogo con trauma.

16.- Algunos no eran tan brillantes en el colegio como otros y cuando perdían un año lo repetían. Nadie iba al psicólogo, al psicopedagogo, nadie tenía dislexia ni problemas de atención ni hiperactividad, simplemente repetía y tenía una segunda oportunidad.

17.- Teníamos libertad, fracasos, éxitos, responsabilidades...y aprendimos a manejarlos.


La gran pregunta es: ¿como hicimos para sobrevivir? y sobre todo para ser las grandes personas que somos ahora


¿Eres uno de esa generación?

Si lo eres, entonces envía este mensaje a tus conocidos de tu misma generación o a gente más joven para que sepa cómo éramos antes de que la 'seguridad' fuera el valor más importante.

Seguro dirán que éramos unos 'Hueones lateros' o unos 'Nerds' pero.....
¡¡ PUTA, QUE ÉRAMOS FELICES !!

martes, 9 de febrero de 2010

Un homenaje a Osvaldo Gitano Rodríguez.... Valparaíso

UN DÍA NACE ALLÍ, SENCILLAMENTE

A 10 años de la muerte de Osvaldo Gitano Rodríguez

Por Alejandro Lavquén

Hace una década, en mayo de 1996, Valparaíso despedía a Osvaldo Gitano Rodríguez, uno de nuestros artistas más célebres. Fallecido a la edad los 53 años, en la ciudad italiana de Bordolino, aquejado por una incurable enfermedad, sus restos fueron trasladados a su ciudad natal, donde tuvo una despedida multitudinaria.

Rodríguez era poeta y un notable dibujante, pero su reconocimiento artístico lo obtuvo principalmente como cantautor y creador del vals Valparaíso, escrito en 1962 y musicalizado en 1968, tema que le dio fama en todo el mundo. Fue integrante de la Nueva Canción Chilena y un destacado militante comunista. Tras el golpe de estado que derrocó el gobierno de la Unidad Popular debió partir al exilio, peregrinando por distintos países como Francia, España, Checoslovaquia, Cuba y la RDA, para finalmente radicarse en Bordolino, Italia, una localidad cercana a la ciudad de Verona.

En Valparaíso había estudiado arte y arquitectura, obteniendo durante su exilio en París un doctorado en literatura, lo que le permitió ejercer la docencia en prestigiosas universidades europeas. Además de su producción discográfica, publicó libros de poemas y cuentos: Estado de emergencia 1973; Diario del doble exilio 1975; Escrito en Niza 1979; Cantores que reflexionan 1984; La nueva canción chilena 1986; Berlín y los recuerdos 1989; Con sus ojos de extraño mirar 1989; Canto de extramuros, 1994; Contrapunto de amor 1990; Casitango, en la revista Libertad 250, de la Sech de Viña del Mar. Parcialmente publicó 101 canciones de amor y cuatro sonetos de olvido. También realizó exposiciones con sus pinturas y dibujos.

En 1989 visitó Chile, ofreciendo varios conciertos. Volvió al país nuevamente en 1995 con la intención de radicarse de manera definitiva, pero no pudo encontrar estabilidad laboral, debiendo retornar al “exilio”. Realizó clases en una universidad de Valparaíso, pero al año siguiente no le fue renovado su contrato. En esa época cerró sus puertas el mítico Roland Bar, en el barrio bravo del puerto, y entre los asistentes a la noche de despedida se encontraba el Gitano. Salvo en sus años de exilio, siempre fue un asiduo visitante de aquel bar, anclado en las alegres noches porteñas. Pero esta vez, junto a la tristeza de la despedida, el poeta manifestaba otro dolor. Decía a sus compañeros: “Me voy porque es cuestión de sobrevivencia. Me aguanté un año, me gasté todo lo que traía. Tengo que partir de nuevo…, acá no tengo ni siquiera derecho a la salud”. Ya no era el exilio político impuesto por los militares, eran sus propios compatriotas que no le daban trabajo. Después de enseñar literatura en Europa, le eran negadas las aulas de nuestras universidades.

Poco antes de morir, recibió un homenaje popular, el 25 de febrero, en la Quinta Vergara de Viña del Mar, por parte de Inti-Illimani y Silvio Rodríguez junto el grupo Los Tres, que interpretaron su famosa canción Valparaíso. Incluso, los músicos anunciaron un gran concierto para el mes de abril, yendo todo lo recaudado en ayuda del Gitano, que se debatía entre la vida y la muerte lejos de su patria. Pero no pudo ser, partió mucho antes de lo esperado.

Durante sus funerales hubo reconocimientos oficiales y homenajes póstumos. Su fotografía apareció en todos lo diarios. Hubo discursos de los alcaldes, diputados, senadores y otras autoridades. En las radios se escucharon sus canciones y a más de algún locutor le brotó una lágrima. Fue recordado en la universidad y la municipalidad lo declaró Hijo Ilustre. Pero lo realmente rescatable en la despedida fue el homenaje popular. Aquél que le rindieron los habitantes de Valparaíso, la gente de los cerros, los trabajadores, pescadores, artesanos y artistas populares. Aquellos que siempre supieron valorarlo en vida.

VALPARAÍSO


(Poema-canción del Gitano Rodríguez)

Yo no he sabido nunca de su historia,
un día nací allí sencillamente,
el viejo puerto vigilo mi infancia
con rostro de fría indiferencia,
porque no nací pobre y siempre tuve
un miedo inconcebible a la pobreza.

Yo les quiero contar lo que he observado
para que nos vayamos conociendo
el habitante encadenó las calles;
la lluvia destiñó las escaleras,
un manto de tristeza fue cubriendo
los cerros con sus calles y sus niños.

Y vino el temporal y la llovizna
con su carga de arena y desperdicio,
por ahí paso la muerte tantas veces,
la muerte que enlutó a Valparaíso
y una vez más el viento como siempre,
limpió la cara de este puerto herido.

Pero este puerto amarra como el hambre,
no se puede vivir sin conocerlo,

no se puede dejar sin que nos falten,
la brea, el viento sur, los volantines,
el pescador de jaibas que entristece
nuestro paisaje de la costanera.